Un servidor de nombres es un componente esencial del sistema de nombres de dominio (DNS). Su función principal es permitir el acceso a un sitio web a través del nombre de dominio en lugar de la dirección IP.
DNS y servidores de nombres
Los servidores de nombres son una parte integral del DNS, el sistema que traduce los nombres de dominio a sus direcciones IP correspondientes. Los nombres de dominio se gestionan a través de proveedores de hosting web, mientras que las direcciones IP dependen de las autoridades gubernamentales internacionales.
¿Qué es una dirección IP?
Una dirección IP (Protocolo de Internet) es un valor numérico que consta de cuatro series de dígitos del 0 al 255 separadas por puntos. Esta dirección es esencial para permitir cualquier tipo de transferencia de datos. Las direcciones IP pueden ser públicas, privadas, estáticas o dinámicas.
Las direcciones IP públicas permanecen visibles y accesibles para todos los host o anfitriones, mientras que las direcciones IP privadas suelen utilizarse para identificar los dispositivos de una misma red local.
Las direcciones IP dinámicas se utilizan normalmente para navegar en Internet, ya que ofrecen una mayor protección de la privacidad, lo que permite una experiencia de navegación más anónima. Son dinámicas porque la dirección cambia después de cada sesión o cada 24 horas. En cambio, las direcciones IP estáticas no cambian y suelen utilizarse en redes locales para conectar dispositivos que forman parte de la misma red.
¿Cómo funcionan los servidores de nombres?
Como hemos visto, para acceder a una página web se necesita una dirección IP, formada por una serie de dígitos casi imposibles de recordar para los usuarios que quieren visitar un sitio web concreto. Los servidores de nombres hacen que sea posible abrir el navegador, teclear un dominio y acceder al recurso web solicitado.
La función de los servidores de nombres es convertir las URL en sus direcciones IP correspondientes. En otras palabras, sin servidores de nombres, todos los usuarios de Internet tendrían que contar con una lista de direcciones IP y pegarlas en la barra de la URL para acceder a los recursos web deseados.
Para terminar, he aquí un dato curioso: dado que cada dominio corresponde a una dirección IP, si abres una nueva pestaña y pegas «31.13.86.36», se te dirigirá a facebook.com. Existe un mito urbano que sugiere que las direcciones IP que se parecen a las de sitios web importantes, por el mero hecho de ser similares, se posicionan en los primeros puestos de las páginas de resultados de los motores de búsqueda.
Si tal afirmación fuera cierta, supondría una subestimación enorme del funcionamiento de Google. Incluso si el parecido entre las distintas direcciones IP influyera en el orden de indexación, se trataría de una dirección IP entre más de 200 direcciones similares.
Una vez más, los atajos no existen.
