El auge de las redes sociales ha fomentado una idea equivocada que muchas pequeñas empresas están pagando muy cara: la creencia de que una página de Facebook es suficiente para establecer su presencia en línea y hacer crecer su negocio.
Esta estrategia no amplía el alcance de la marca, sino que, en realidad, lo reduce. Es indispensable entender el porqué para evitar perder oportunidades en la Web y volverse irrelevante en el sector. En este artículo aprenderás que registrar un nombre de dominio para establecer tu presencia en línea es la mejor estrategia para hacer evolucionar tu marca. Confiarlo todo a una cuenta de una red social es una opción llena de riesgos y problemas que no potencia el desarrollo del espíritu emprendedor.
Resulta mucho más recomendable registrar un dominio y establecer una presencia en línea más estructurada, que puede combinarse con una cuenta en una red social. Aruba Domains es el proveedor ideal para llevar a cabo esta tarea, ya que cuenta con décadas de experiencia en el lanzamiento de proyectos en línea.
Las redes sociales no bastan
Quienes creen que las redes sociales ofrecen un alcance suficiente suelen pasar por alto el hecho de que muchos usuarios potenciales no disponen de una cuenta en estas redes, y quienes sí cuentan con una puede que la utilicen de forma ocasional. Esta simple reflexión estadística pone de manifiesto por qué utilizar únicamente las redes sociales puede ser una mala idea.
Además, cada red social se dirige a un grupo demográfico diferente. Por ejemplo, la generación Z no suele utilizar Facebook, los «baby boomers» no usan TikTok y a la generación X no le gusta Instagram. Limitar tu presencia a una sola red social implica renunciar a una parte considerable del mercado.
Digamos que, en este caso, la red social que has elegido coincide con tu público objetivo. ¿Quién te asegura que el algoritmo les hará llegar tu contenido de forma constante? ¿Has podido comprobar la frecuencia con la que el contenido aparece aleatoriamente durante un tiempo para luego desaparecer? Confiar en una plataforma de terceros para establecer tu presencia en línea conlleva que su éxito dependa de las decisiones de otra persona. Este enfoque es contraproducente a largo plazo y, lo que es más importante, no te permite asumir el control.
Empieza por el dominio
Esto no quiere decir que invertir en una cuenta de redes sociales no valga la pena. Sin embargo, no debería ser la base de tu negocio. Registrar un nombre de dominio es sinónimo de construir una identidad en línea que pueda:
- ser memorable y atractiva;
- convertirse en un activo de valor a largo plazo;
- estar bien posicionada en las páginas de resultados de los motores de búsqueda (SERP) para que los usuarios que buscan tus productos o servicios puedan acceder a ella.
Contar con un nombre de dominio también te permite avalar el contenido que publicas en las redes sociales, ya que es una prueba innegable de tu presencia en línea y de la autenticidad de lo que ofreces.
Las empresas y los profesionales que solo utilizan las redes sociales para llegar a su público objetivo no suelen contar ni siquiera con una dirección de correo electrónico dedicada y, en su lugar, utilizan servicios de correo electrónico gratuitos como Gmail que pueden plantear dudas sobre su legitimidad. La primera pregunta que se suscita es: ¿cómo puede una empresa que no está dispuesta a gastar unos pocos euros al año en una simple página web para alojar su contenido contar con las habilidades y los recursos adecuados para ofrecer un producto o servicio fiable?
¿Puede una marca considerarse a sí misma como tal si no tiene un dominio?
No contar con un nombre de dominio registrado refleja un obstáculo mucho más amplio para una marca, si es que puede considerarse como tal: transmite una imagen superficial e inestable. El término «marca» engloba todo aquello que caracteriza a una identidad comercial a ojos del consumidor. Si no dispones de un nombre de dominio y, por tanto, no apareces en los resultados de los motores de búsqueda, es como si no existieras.
¿Puede definirse una marca como tal si no está dispuesta a establecer una presencia en línea? ¿Si renuncia a la oportunidad de informar a su público objetivo de su existencia e ignora el hecho de que registrar un nombre de dominio es el primer paso para atraer los clics de los usuarios potenciales?
Además de dar mala imagen, una marca sin presencia en el espacio digital (nombre de dominio, dirección IP del servidor y configuración DNS) no permite que la encuentren ni que contacten con ella.
Este obstáculo puede acabar con los sueños y ambiciones de los profesionales y las pequeñas empresas que creen que una página de Facebook basta para competir en línea. Un vistazo rápido al mundo digital revela lo trivial y básico que resulta el registro de dominios: un procedimiento sencillo con un coste mínimo que ofrece oportunidades increíbles. Las personas que deciden ignorar este aspecto pagan el precio inevitable de no aparecer en el mercado, mientras que quienes permanecen visibles en el juego de la oferta y la demanda se ven recompensados.
Registrar un dominio es solo el principio
Un dominio no es más que una ubicación en línea, lista para ser imaginada, diseñada y creada. Tras el registro del dominio, el siguiente paso es crear un sitio web que incluya todo el contenido, los medios y la información útil necesaria para comunicar tu proyecto y aparecer en los motores de búsqueda.
Cuando se hayan configurado el nombre de dominio y el sitio web, deberás valorar la posibilidad de monitorizar el dominio para proteger tu marca. El servicio automatizado de Aruba Domains se encarga de detectar de forma activa posibles riesgos para tu marca. Los distintos niveles de protección se adaptan a la envergadura de tu negocio y te ofrecen una seguridad fiable a un coste muy competitivo en comparación con otras soluciones del mercado.
Los enlaces que incluye este artículo son solo algunos ejemplos de lo que Aruba Domains puede ofrecer a los usuarios que desean registrar un dominio y comenzar a construir una presencia en línea que refleje la oferta de su marca de forma orgánica.
