Proteger una marca es tan importante como complicado. La identidad de una empresa reside en su marca, y es crucial garantizar que la forma en que esta se comunica y se percibe no se vea manipulada de ninguna forma.
Nadie debe interponerse entre una marca y sus clientes potenciales, al igual que nadie debe hacerse pasar por otra persona para su beneficio personal. Los nombres de dominio son un excelente ejemplo de ello: conforman la URL en la barra de direcciones, aparecen en los resultados de los motores de búsqueda y suponen el punto de acceso virtual a una empresa, por lo que es esencial protegerlos.
Cómo proteger una marca mediante un dominio
Existen distintos métodos cuestionables que permiten explotar las marcas comerciales de otras personas, desde los que rozan el fraude hasta los que engañan hábilmente, además de los que se sitúan en el límite entre la legalidad y la estafa. Independientemente de las tácticas que se utilicen, es esencial tomar las medidas adecuadas para proteger la imagen de tu empresa.
La proactividad es clave, ya sea para prevenir un problema o para resolverlo, de manera que se garantice que el esfuerzo invertido en la construcción de la marca no caiga en saco roto. Aquí es donde entran en juego las marcas comerciales y los derechos de autor. El registro de una marca ofrece protección adicional y refuerza la capacidad jurídica de su propietario. Sin embargo, proteger una marca va más allá de las medidas legales: implica también supervisar la percepción que tiene el público objetivo de la marca. Esto requiere un enfoque más profundo y a distintos niveles, centrado en proteger tu trabajo y reputación, además de considerar la defensa jurídica frente a posibles amenazas.
Cuando una marca se confunde con otra, todo el esfuerzo invertido en construir su reputación está en riesgo. Un caso de homonimia fortuita o el intento descarado de un competidor por parecerse a tu marca pueden socavar años de atención al cliente, la garantía de calidad de tus productos y la percepción de tus servicios en cuestión de semanas.
En el panorama global de Internet, la primera línea de defensa es reclamar los dominios relacionados con tu marca. Esto es sinónimo de cavar un foso y levantar una muralla alrededor de tu propiedad para defender su valor, identidad y posición en el mercado.
Protección de la marca
Cuando se trata de registrar un dominio, las marcas deben guiarse por el principio de prioridad por orden de llegada. Sin embargo, no se trata de una regla absoluta. Las marcas consolidadas se benefician de una protección específica que actúa como un baluarte contra los competidores malintencionados.
La ciberocupación, una práctica que consiste en registrar dominios que explotan nombres de marca, no para de aumentar. Afortunadamente, la extensa jurisprudencia al respecto ofrece argumentos ya consolidados para recuperar dominios que se contraponen a la identidad de una marca y pueden causar confusión. Por lo general, las disputas se pueden resolver de manera amistosa a través del diálogo y la cooperación.
Sin embargo, una vez que se adquiere un nombre de un dominio, es posible que el daño ya esté hecho. Por ejemplo, la versión «marca.com» del dominio «marca.de» podría aparecer en la misma página de resultados del motor de búsqueda, lo que podría generar confusión y desviar a posibles compradores.
El objetivo principal es proteger la marca en la que tanto trabajo has invertido. Proteger una marca es complicado y abarca todos los aspectos del negocio, desde la empresa hasta el cliente. Puede haber una página de Facebook que se haga pasar por la de tu marca o un sitio web que venda productos similares de forma engañosa, o puede llegar a producirse una infracción flagrante de tus derechos de autor. Cualquier persona que utilice o menoscabe una marca sin su consentimiento está delinquiendo, pero puede beneficiarse de ello hasta que le detengan. Lo mejor es crear un marco para evitar que esto suceda o, al menos, poder detenerlo antes de que cause un daño irreparable. El registro preventivo de varios nombres de dominio, incluidos los TLD con código de país, es un buen comienzo.
Si los usuarios se encuentran con una situación ambigua que causa una falsa percepción de una marca, la reputación de la marca se verá comprometida de forma inmediata. La reputación de marca es uno de los mayores activos de las empresas y es algo que cualquier profesional debe esforzarse por alcanzar y proteger. La reputación va más allá de la marca: permite conectar a nivel emocional con los usuarios, refleja cómo se comporta la marca en el mercado y, en definitiva, conforma la imagen que percibe el público. Construir una reputación sólida lleva años y requiere una importante inversión. Todo esto está en juego si no se toman medidas para proteger los dominios, las páginas de resultados de los motores de búsqueda (SERP) y la imagen pública de la marca.
Para mitigar estos riesgos, muchas empresas invierten en la monitorización de dominios para proteger la marca. Este servicio automatizado se centra en la búsqueda activa de posibles amenazas para tu marca. Aruba Domains ofrece niveles de protección escalables que se adaptan al alcance de tu negocio y garantizan una seguridad robusta a un precio competitivo en comparación con otras soluciones del mercado.
Registrar tu marca y tus dominios
Registrar una marca es un proceso relativamente sencillo y la Web está llena de recursos que explican cómo hacerlo. Sin embargo, proteger una marca de un posible uso indebido no es tan fácil, especialmente en línea. De hecho, a veces puede convertirse en una tarea extremadamente difícil. El registro preventivo de los dominios relevantes es una medida rentable que puede evitar muchos problemas en el futuro. En última instancia, proteger una marca no es una tarea sencilla; requiere una estrategia integral que debe aplicarse desde el principio.